jueves, 29 de agosto de 2013

Una Reflexion en torno a ''La Nostalgia en La Politica Puertorriqueña''.






Tendría que decir que estoy de acuerdo con Sheila, salvo en algunos puntos sobre los cuales me gustaría  hacer ciertos matices. Quizás es porque no es objeto de su interés y mucho menos el tema a tocar en este articulo, pero añadiría a esta discusión otra perspectiva que puede que sirva para conocer otros modos de abordar el tema. Nunca fuimos tri-raciales ni tri-etnicos sino que conformamos una nacionalidad multi étnica que varía de familia en familia y que potencialmente cambia de generación en generación por la dinámica no estática del mestizaje en Puerto Rico y los continuos fenómenos migratorios. En ese sentido no me alejo de la postura de Sheila puesto que me parece que ella supone algo similar cuando expresa:

''Lo cierto es que la historia de los lugares nunca culmina, se compone de diversas historias en conflicto y que nuestro espacio, que es algo más que un lugar físico, se redefine de manera constante, en los márgenes entre los que tradicionalmente “somos” y “pertenecemos”, y aquellos que se nos unen.''

A ''Nosotros'' se nos unieron Corsos, Portugueses, Genoveses, Sefarditas y Guanches y tampoco se encuentran dentro del discurso tri-racialista.

 Es cierto que no sería propio dejar de un lado la innegable gestión que se hace en torno a las construcciones discursivas sobre que es lo que compone los rasgos culturales de una Etnia. Ninguna propuesta de este tipo escapa la realidad de ser un producto- tanto de su intelecto como de sus tiempos- cultural. Ricardo Alegría fue víctima de ello y ha sido el campo del estudio del Genoma el responsable porque se haya evidenciado las falacias que el discurso tri-racialista supuso. Sus efectos: ha borrado de la memoria dos etnias presentes a gran escala en la herencia boricua, a saber, Lo GUANCHE (aborigen Canario), y lo Judío Sefardita, y de paso ha viabilizado una logica vulgar de un quantum de puertorriqueñidad a través del cual se es mas boricua en función de cuan multi racial se es en base a esos tres componentes ancestrales; excluyendo de paso la existencia y el aporte de muchos otros. Estos dos grupos mencionados fueron absorbidos y amalgamados en lo mal llamado 'Español'-que aquí parece pasarse por alto- siendo claramente etnias distintas. 

Pronto haré un blog post sobre La Construcción  Moderna de Nuestra Identidad en donde criticare el discurso tri racialista y pondré resultados genéticos de cientos de boricuas que evidencian lo que denuncio ahora mismo: que se ha olvidado esa herencia y ese aporte cultural y genético, y que mas allá de ello, para muchos ese aporte ancestral es más significativo (En Porcentajes y Promedio) que lo Taino y lo sub-sahariano; no para reproducir el esencialismo sino para romper con él al mostrar lo tan variado y diferentes que somos entre nosotros mismos de acuerdo a los propios resultados. Esto porque tampoco sería propio construir una identidad étnica en base a resultados genéticos. Estos meramente sirven para desmitificar el discursos tri racialisata, y en fin, el esencialismo racial en Puerto Rico, puesto que pintan, de acuerdo a las muestras utilizadas, una historia siempre distinta y diversa lejos de las homogeneidad, y supuesta pureza tri racialista, que es un 'oxymoron' en sí mismo. En cuanto a estos asuntos ya he ido y he venido; enfrentándome con afro centristas, neo tainos e Hispanófilos. 

Si lo menciono es porque cuando Sheila dice que ''Esta construcción (la de la identidad étnica-nacional) de los boricuas parece limitarse a una definición un tanto orgánica y nostálgica del español, taíno y el africano que se mezclaron para producir “the unique puerto rican race” [...]Debo añadir que en esa visión orgánica y nostálgica hay mucho español, bastante taíno y un poco de africano'', es porque, y debo rectificar yo por otro lado, el Puertorriqueño se identifica con esas raíces étnicas de modo muy diverso, unos con la esencia del discurso tri racialista, tal cual sujeto del discurso oficial,  mientras otros reconocen el aporte de las supuestas tres raíces pero identificándose con unas más que con otras, como ella bien evidencia, y unos mas, como este servidor, que son críticos del tri racialismo, y que reivindican otras herencias ancestrales que no encajan propiamente en lo Español y que han pasado al olvido. Estas otras herencias no se reivindicarían si a nivel cultural y genético no fuesen tanto o mas importantes.

Los resultados genéticos por lo menos han sido una herramienta para desmentir todas las posturas que vienen de dichos grupos; todos con un marcado nacionalismo cuyo sustrato es siempre racialista. Para muchos la correlación de estudios genéticos, con el análisis de las propuestas de construcción del discurso étnico parecerá anacrónico, para otros passe, pero si bien es cierto que la Construcción de una Identidad es un constante devenir, y supone de cara a un 'mejor futuro' adoptar posturas inclusivas relativo al fenómeno migratorio porque 'enriquecen' (y eso no lo pongo en duda) nuestra sociedad, no es menos cierto que, contrario a cierto sesgo post moderno, las raíces y los vínculos ancestrales merecen preservarse  en  la Memoria, y que se podría argumentar (siempre con mayor valor de parte del que lo propone) que son fuente del mismo quantum de riqueza que aportan las nuevas presencias. 

Esta búsqueda de vínculos ancestrales reprimidos en el discurso oficialista también demuestra que hay historias que contar y que no se puede reducir todo pensamiento que objetive dicho interés a un asunto nostálgico. El interés es parte de una re-vindicación. Tal es la historia de los descendientes de Sefarditas (entre las demás etnias presentes y de las cuales también descendemos en nuestro territorio) en P.R., los cuales detestamos la Memoria o Amnesia Histórica del Paradigma tri-racialista. 

No me parece, en absoluto, que está fuera de lugar la propuesta presente de inclusividad y re-definición de nuestra etnia, PERO me temo que aun no hemos atado todos los cabos de nuestro Discurso Identitario; apenas hay gente que critica el discurso de Ricardo Alegría y es algo que como descendiente de estas gentes me parece necesario; aun hay que mirar hacia atrás, y vuelvo y repito no tiene nada que ver con la Nostalgia puesto que ello presupone un anhelo de lo que fue, en cambio, esta propuesta es mas bien una arqueología del saber. Cuando hablo de Identidad hablo de un modo de verse así mismo, pero no como parte de una identidad rígida y cerrada sino como parte del acervo histórico que conforma nuestra etno génesis.

Si lo Dominicano, Anglo caribeño, Sur Americano, Chino, Árabe y demás debe estar incluido entonces eso sería parte de una propuesta que enfrenta y abraza el multi culturalismo. Opositores los abra, como los hay en TODOS los países del mundo, pero es cierto que se merece tener dicho objetivo como Norte, y más aun si nuestra inclusividad implica que seamos igual de amables hacia los que podríamos pretender excluir siendo inclusivos con algunos grupos en especifico; habría que abrazar al anglo sajón (con quien se es Xenófobo en P.R. sin duda), al Español (que se le resiente como resienten los que no han logrado perdonar; y peor,  que asume que los de haya, y del presente, son igual que los que vinieron), al Argentino, si es que no ha sido incluido en esa concepción de 'sur americano'. De no ser así reproducimos el racismo a inversa. El nivel de entusiasmo empleado para ser inclusivos debe ser por igual y el discurso en torno al enriquecimiento devenido de la diversidad debe acercarse a la diversidad diversa o a los pluralismos (en lugar de lo plural singular) propios de las mejores versiones del discurso post-moderno.

Por otro lado, hay muchas falacias post modernas que hay que denunciar, y el autor Terry Eagleton ha sido el único que a mi juicio ha logrado detener lo que francamente son ilusiones consecuentes de dicho discurso. Citar a Ruitenberg, por ejemplo, es suponer que todos somos nómadas o turistas en el sentido de Zygmunt Baumann, que nos movemos y que tenemos el interés y los medios para hacerlo; que estamos o deberíamos estar abiertos al otro en igual medida que suponemos que el otro lo está hacia nosotros. 

Esa postura, me parece que tiene mucho merito, pero adolece de un sesgo academicista según el cual se olvida la realidad de otros tipos de personas, los que ni son nómadas ni son turistas, postura que dicho sea de paso, se obceca en su propia subjetividad y no alcanza tener la ambición de adentrarse en otras subjetividades, máxime las que existen fuera de la academia, especificamente, la del campesino, la del obrero, y la del profesional ajeno a estos discursos. Pese a ello, y siendo un nómada, la agradezco. 

 Llevo una década por aquí y por allá. Me han recibido en Salamanca como a un hijo más en una familia castellana, en Galicia se me admira por mi pasión patriótica y anti-imperialista, y en Canarias se me hizo sentir como un descendiente que volvió a la tierra de los ascendientes. En el camino me he topado con el rechazo también y como inmigrante quería saber los porque; no meramente imponer el multi-culturalismo como muchos académicos e inmigrantes pretenden hacer, asunto que siempre parece estar presente en personas que no objetivan sus propias posturas. En el camino conocí a muchas personas que señalaban las contradicciones de la inclusividad y el multi culturalismo, a saber, que nunca se propone hacer un bien mayor y que esa inclusividad termina siendo un parche a un problema real de escala global. 

Según esta perspectiva, se hace un bien mayor, llamando la atención sobre cómo se podría ayudar a esos países para que sus ciudadanos no tengan que abandonar el lugar que los vio nacer; denunciando la explotación del primer mundo en el tercer mundo, exigiendo a través de los órganos mundiales competentes  (abrir paso a nuevos organos si estos son insuficientes) un equilibrio entre la inversión extranjera en dichas localidades y la remuneración dada a sus ciudadanos. Además, se señalaba la complicidad entre las clases políticas y económicas dirigentes de países de tercer mundo con las de primer mundo. Mas allá de ello se evidenciaba que en nuestros propios países se ve el efecto de la explotación de esos países al ver nuestra industria fugarse de nuestros territorios abandonando  a sus ciudadanos y causando éxodos. 

Puerto Rico ha visto las dos caras de esta moneda. Tanto la incursión de inmigrantes con la esperanza y el deseo de un mejor futuro (y un universo de disposición y esfuerzo), como la ida de una porción de nuestras mejores mentes.

A mi modo de ver ser inclusivo nos engrandece como Pueblo pero hay que caminar por todos los caminos, algunos serán mas políticamente correctos que otros, pero todos revelan una historia que merece escucharse. En el plano personal no me basta con ser inclusivo; necesito también reconocer las contradicciones y como poder plantearme el asunto de manera que  sea igual de humano y digno para todos, incluyendo con los que más afinidad cultural tengo (sin miedos y tapujos). Habrá gente que no lo verá porque no tiene la experiencia personal, porque no se ha topado con ello o porque muy convenientemente lo descarta en su afán de representar lo que ha incorporado como un valor ético supremo de sus tiempos (por encima de los demás claro está). En la Xenofobia y en los prejuicios, por mas equívocos y reprochables que sean, hay verdades escondidas aun por decirse que son parte de la narrativa personal del que en algún momento vivió un efecto adverso debido al encuentro con el otro y la otredad; no es un fenómeno vil, sin más. 

En España y en Puerto Rico es bien sabido la fama que las inmigrantes dominicanas tienen de seducir a hombres casados (¡Claro! Ellos tienen toda la disposición- aunque nunca se sabrá cuando y quien tiene la iniciativa- se prestan para ello y también hacen mucho, y a veces, la mayor parte de la seducción). Esta conducta REAL (no se puede enmascarar con un idealismo discursivo; simplemente es parte de una práctica empíricamente constatable) puede obedecer a la necesidad, al ímpetu de sobre-vivencia, o bien al deseo genuino de vivir, enamorarse y ser feliz.

 Estas prácticas sin duda tienen su efecto y para una mujer puertorriqueña que lo haya vivido, como muchas que conozco y que no tienen la capacidad de abstracción conceptual de la autora de este articulo, seria cómico confrontarse con alguien que- creyéndose moralmente superior porque es parte de un discurso de la inclusividad- le diga que tiene que estar agradecida porque sin la presencia de ese 'otro', esa 'alteridad', ''el país no corre'', claro está, puesto que ha sido marcada por el dolor y el sufrimiento y uno de los agentes responsables coincidentemente es un extranjero, un otro, igual de otro como lo sería si fuese una boricua, pero diferente, y esa diferencia no se puede negar con un discurso subjetivista, escueto. 

Es interesante notar como en Francia, por ejemplo, el ordenamiento jurídico responsabiliza al tercero interventor en un contrato, como lo es el matrimonial, y provee que el tercero interventor resarza, en conjunto con el que rompió las condiciones del contrato, a saber, el cónyuge adultero, al inocente que ha sufrido un daño, la esposa. En Puerto Rico, no es así. 

Esto es relevante porque la experiencia propia de muchas familias puertorriquenas, delata este impacto negativo de la presencia de mujeres de esa etnia, algo que no debe ser determinante en cuanto a la calidad de los ciudadanos del país vecino, sin embargo, debe mencionarse en tanto y en cuanto es un hecho de que es factor clave que genera animosidad en ciertos sectores; así también se desmitifica el vulgarismo de la xenofobia como algo inherente del boricua, es decir, es potencialmente contingente, no constitutivo. Claro, basta mencionarlo para darle como mínimo un poco de crédito a esas personas sufridas y de paso (des) estigmatizar su figura dentro del discurso del multi-culturalista endofobo..

 Ante el comentario de que sin ellos nuestro País no corre me parece que hay que hilar más fino debido a que encuentro que es debatible y me lleva a mi segunda anécdota.

¿Y como es debatible esa noción de que sin ellos el País no corre? Dicha noción obedece a un análisis que olvida ver las contradicciones existentes de como el fenómeno de la migración Dominicana impacta a Puerto Rico. Un análisis de este tipo debe irremediablemente basarse en las incidencias sobre los mercados laborales, tanto formales como informales, que den cuenta, de las maneras diversas en que se ha beneficiado o perjudicado lo local de la presencia Dominicana en Puerto Rico. 

Adelanto, que me parece que es más el beneficio que han aportado que el mal que han causado, pero me doy el lujo de presentar ambas caras; primero porque entiendo que estamos en medio de una verdadera relación de fuerzas implícitas en la producción discursiva, y segundo, porque no temo la recepción que tenga mi discurso en los mercados simbólicos .... puesto que ello siempre supone una sujeción a las reglas del mercado [simbólico; tendencias y modas de discursos incorporados, sin presentar sus límites explicativos] y lo políticamente correcto. Hecho que no me sujeta, ni me callara.

Seria engañoso, falso y mezquino decir que los dominicanos no han causado un impacto beneficioso en la Isla. A ellos les debemos prácticamente el comienzo de una re-vitalización espontanea de la calle Loiza, que el Barrio Savarona en Caguas no haya colapsado y la labor de limpieza domestica de casi toda la clase media alta y clase alta puertorriqueña. Le debemos mas aun; la emergencia de una miríada de restaurantes (Recuerde: Levy's, Los Pinos, etc.), bares y peluquerías en dondequiera que se asientan, y el aporte de su amable, servicial y cariñosa presencia. 

No obstante, aquel puertorriqueño que tenga familia en las clases bajas, y que haya vivido sobreviviendo de la economía informal, como lo son la gran  mayoría de albañiles, plomeros, carpinteros y demás oficios honrosos de la construcción, no podrían expresarse tan contentos y con tanto entusiasmo como lo haríamos nosotros los académicos, críticos de la Xenofobia y abrazadores del Multi Culturalismo. Es un cuento común en pueblos como Gurabo, y entre la experiencia de muchos primos y tíos míos que son parte de ese mercado laboral, haber sido desplazados por Dominicanos porque simple y sencillamente no podían competir con la infra valoración del trabajo por parte del nuevo obrero, el dominicano. Algunos llegaron a re-inventarse y salieron a flote, otros lamentablemente no pudieron ser tan versátiles. Como mismo soy humano con el 'otro extranjero', soy  y debo ser igual de humano, con el 'otro local' (¿o es que vale menos?), y ellos también merecen una voz que dignifique sus pérdidas y revele su realidad vivida. Que por ello sean Xenofóbicos; PUES toca educar pero no basta con reprimir sus historias.

Yo creo que se es más responsable, e incluso autentico como intelectual, reconocer TODO el impacto del fenómeno sobre el territorio para que sea posible idear estrategias que posibiliten mejores condiciones de inclusión y cohesión social para los que han de venir a nuestra tierra, de la misma manera que nosotros hemos de ir e incursionar en otros territorios y mercados. En un mundo ideal, y eso es lo que buscamos todos  a través de la producción discursiva, un ideal ético-moral, haríamos un bien mayor procurando garantizarle, a esos territorios que son emisores de migrantes, un marco de desarrollo económico que evite a su vez la fuga de fuerza laboral capaz de levantar su economía propia. 

No me avergüenzo en validar la postura de un amigo Español a quien quiero mucho y quien, enfrentado con la pregunta sobre si le molestaría que hubiesen mas Carlos Carrión (Latino Americanos con posibilidad de quedarse en España y que está en una relación inter étnica con una Española) en España, contestó, ''No me molestan que hayan 1 millón, lo que no pueden es haber diez millones''. Evidentemente, lo que se arguye con este tipo de planteamiento, es un apoyo y un abrazo al multi-culturalismo pero mediado por una política migratoria que implica necesariamente tener el derecho, como soberano, de decidir quien, cuantos (Y ello implica un limite) y como entran al País. En el caso de Puerto Rico, este proceso esta mediado por las agencias que regulan la Inmigración en E.E.U.U. debido a nuestro particular estatus 'territorial' (su eufemismo).

Confieso que a primeras su contestación me consterno, pero pause y reflexione, y supe reconocer que no había ninguna Xenofobia en ello, simplemente era una preferencia en base a un juicio de gusto que es necesariamente discriminatorio; tan así como la misma decisión que hacemos a la hora de comer un alimento sobre otro o elegir salir de fiesta en un lugar y no en otro. Esto solo lo planteo porque al Manuel Natal ganar, nunca se resalto la posibilidad de que los que votaron por el lo hayan hecho por una simple preferencia, en base a mayor afinidad cultural, lo cual es valido, y mas si el muchacho estaba mejor preparado, según el criterio de quien lo prefirió. Esto ultimo es discutible pero se debe plantear y re-cualificar.

Cuando Sheila aborda el fenómeno de la llegada de la otredad lo hace desde una postura de mayor apertura que mi amigo ibérico, por ejemplo, cuando dice lo siguiente:

 ''Este proyecto político que ha estado basado históricamente en un concepto cerrado de comunidad, la exclusión de todos “los otros” y “las otras” en los distintos niveles de nacionalismo boricua. La formación de cualquier proyecto político debería integrar desde sus comienzos aquellos elementos necesarios para la construcción de una nueva comunidad por llegar, por alcanzarse, una comunidad basada en continuas negociaciones entre las múltiples identidades que la componen y el compromiso de cada uno de los y las participantes en la construcción de un espacio abierto, un espacio en camino a la posibilidad de la justicia, a “true non tribal friendship”.

Sin duda alguna su postura es una admirable, de hecho, es un valor hacia el cual deberíamos estribar como Pueblo, y que vuelvo y repito, nos engrandecería. Sin embargo, todo tiene su límite, esto no puede ser aun la panacea identitaria como ella cree puesto que ello supondría- tal cual ilusiones post modernas-que no hay una gran porción de personas que no tienen interés en sus valores, y que peor aún, que no presentan indicios algunos de tener la admirable disposición que ella tiene, pues son disposiciones inculcadas e incorporadas por la educacion academica, la posibilidad de transitar por otras culturas y un grado alto de movilidad que no tiene el boricua promedio. Esto es pertinente en la medida en que los académicos que salimos afuera y regresamos tendemos a olvidar que esos valores que hemos incorporado, no habitan en la subjetividad del que no ha tenido una trayectoria de vida cualitativamente similar a la nuestra.

Siguiendo la misma linea en cuanto al status vis- a- vis la inmigracion, y la influencia extranjera; en el contexto de Puerto Rico, muchos de estos intelectuales olvidan que aun no hemos transitado por la modernidad, es decir, aun no nos hemos convertido en Nación-Estado (o en Estado de la Unión). Este aspecto es muy importante para el Nacionalismo (sobre la tendencia de estigmatizar la palabra hablare en otro blog post; sin duda el error mas vulgar de los post-modernos actuales), dado que es un secreto a voces que muchos; incluidos Argentinos, Dominicanos y Cubanos, al poder votar legalmente, se decantan por la Anexión en los plebiscitos de Estatus. Este detalle, sin duda, no se debe olvidar. 

No obstante, a nadie parece pasarle por la cabeza, es mas fácil reducirlo todo a una supuesta (quizás falsa) xenofobia. De hecho, cabe explicitar que, es precisamente en cuanto a este aspecto en particular, que muchos isleños con valores progresistas y de avanzada, activan una disposición social que de otra manera permanece, en lenguaje sociológico de Bernard Lahire, 'adormecida'; dicha disposición es la de percibir la concepción étnica desde un punto de vista primigenio, de corte notablemente esencialista (entrando en conflicto así con respecto a las demás disposiciones anti-esencialistas que tienen en cuanto al resto del fenómeno de la etnia y las migraciones), que plantea que los no-nacidos aquí no deben votar en un referéndum que defina el estatus de la isla. Una vez superada esta problemática, el isleño progresista y de avanzada que, en una contradicción aparente apoya una concepción primigenia de la etnia relativo a quien debe votar por el estatus, es indudable que , por otro lado, demuestra tener disposiciones en cuanto a significar lo que es Puerto Rico o lo Boricua, que no es de corte esencialista ni carga con un sentido primigenio. Me inclino a validar esta postura por las razones que se esbozaron en el párrafo anterior.

 ¿Acaso se podría considerar esas posturas protectoras como un producto de la Xenofobia?  .... la postura del amigo Español que se expreso en cuanto a la posibilidad de mas presencia de gente como yo en su tierra? ¿Incluso las propias según mencionadas en los párrafos anteriores? No lo creo y me niego a caer en la vagancia de ese pensar ....

A mí no me lo parece. Yo soy un huésped en su tierra, una persona extranjera y soy agradecido por lo que se me ha dado y entiendo que su hospitalidad puede mermar en la eventualidad que sienta que hay mayor cantidad de gente como yo que la deseada, todo debe tener un limite; los recursos son finitos aunque las posibilidades sean infinitas. ¿Y quienes somos nosotros para imponernos? ¿Porqué nos impondríamos? ¿No sería igual de violento? ¿Cuáles son los interés que buscamos proteger? ¿Cuáles son nuestros fundamentos? ¿En aras a que ambición o proyecto de comunidad se pretendería imponer esos valores? Reitero nuevamente, el académico, viajero y nómada, no debe formular valoraciones desde la singularidad de su experiencia, por mas rica que sea. Debe haber un balance, y mas si es un académico, en el quehacer del científico social, entre el 'deber ser' y el 'ser', o lo que 'debería ser' y 'lo que es'. Distinción que Heidegger formulaba en su rescate de los pre-socraticos. En ese entrejuego, me parece, es que encontraremos un esquema equilibrado en cuanto al fenómeno migratorio que, en ultima instancia, no olvide atacar el objetivo principal, asegurar que las condiciones de vida y laborales en los países en vais de desarrollo sean mas justas de manera que no se vean obligados a marcharse a primeras de su país.

Son muchos los que he conocido que son así- 'preservacionistas' sin ser xenofobos- y sin ser excluyentes de la riqueza de la influencia de la otredad, ni estando cerrados a la extranjero- una cosa no tiene que ver con la otra en la Practica. Creo que están en su derecho y mas que validados puesto que a mí, como un extranjero, solamente me han tratado en el extranjero como a un hijo, un hermano, un amigo; pero esos también tienen sus limites. El uso de la palabra  Xenofobia para describir a este tipo de sujetos me parece que desborda su capacidad de significación. No se puede tirar al aire la palabra, así sin más. 

Tanto Nacionalismo, como el que produce prejucios, rechazo y verdadera xenofobia (que implica un odio fuerte hacia lo extranjero) es malo, pero tan poquito también; no hay lugar en el mundo en donde siendo inclusivos se este dispuesto a diluir tanto la identidad de uno con la del otro de manera que resultemos siendo indiferenciables; las caterorizaciones y clasificaciones si bien sirven para oprimir y a la vez victimizar en los esquemas de objetivacion de la diferencia, también sirven para ejemplificar las distinciones que existen en las diferentes practicas sociales y culturales que distintos grupos tienen; de ahí que no solo no todos entren a un grupo, sino que existan 'gate keepers' en el lenguaje de Jenkins.

 De hecho, en lenguaje sociológico de Pierre Bourdieu, la riqueza cultural de muchas naciones (y mas precisamente de muchas clases sociales), pero también el atractivo turístico y civil de una nación, se ve grandemente impactada por la capacidad que tiene un territorio dado de distinguirse. Lo Genérico, sin embargo, parece ser un producto de la globalizacion. Que haya un quantum de lo genérico no es un efecto adverso, de hecho es positivo en la medida de que sirve de puente entre países muy diversos entre si y que están insertados en el seno de la globalizacion. No obstante, un quantum de autenticidad y de distinción propia es tan importante para constituir un atractivo.

Mire... autora de 'La Nostalgia'.... mire hacia afuera de P.R. a ver quien devuelve el gesto tan grande de su corazón y el sue~no que alberga en tus ilusiones (post-modernas). No te conozco, pero me identifico en instancias contigo, te admiro y te respeto mucho en base a lo leído. Sin embargo, le alerto a que mas allá de flagelarnos por no poder materializar esos sueños, dada la realidad de que vivimos en un mundo que no ha llegado a alcanzar la crítica al nacionalismo (que debería ser Etno-Nacionalismo; en mayúscula) de la post-modernidad (critica sesgada dicho sea de paso), y que nunca quizás lo haga y lo reconozca, pues guste o no guste es un discurso marginal, incluso en la academia, sustrato social limitado y enajenado a su vez de las subjetividades del ciudadano promedio; deberíamos buscar maneras que hagan más dignas las vidas de esos inmigrantes que tanto queremos, en su propio territorio, para que si han de venir que vengan en igualdad de condiciones y no sean objeto de recelo, discrimen, humillaciones, sufrimientos, para que a su vez tengan mejor capacidad de integración en nuestro territorio. 

Habiendo sido testigo de tanto las bondades como las maldades de dichos grupo des inmigrantes, resta mencionar que- pese a no tener el sesgo mas común dentro de los sujetos que producen los discursos pro inclusividad del fenómeno migratorio- subyace en mi epistemologia el mas profundo interés de que vivan a condición de igualdad. No obstante, eso nunca lo haré sin mencionar de paso como el local se ve perjudicado o beneficiado. Si por ello peco, mea culpa. La Experiencia de vida vale mucho mas que los discursos idealistas. 

Gracias a Sheila por escribir tan excelente articulo, yo meramente me limito a cualificar algunas cosas desde un punto de vista menos convencional dentro de las modas académicas. Como verán, y les adelanto parte de mi otro blog post, mi postura en cuanto a la identidad es mucho mas fluida e inclusiva de lo que aquí aparenta ser, les dejo un pedazo de como propongo que se considere el asunto de la etnia boricua:

''hay que necesariamente plantear que tampoco los promedios ni los componentes genéticos reseñados hacen a uno más o menos Boricua. Hay que reflexionar sobre los valores que pretendemos promulgar como País y lo inclusivo que debemos ser, al analizar los casos que mas podrían ejemplificar el 'inclusivismo'; los hijos de militares anglo americanos o afro americanos que decidieron quedarse en Puerto Rico, los hijos de Dominicanos, Argentinos y demás grupos inmigrantes nacidos o no nacidos que se han criado en Puerto Rico. A mi modo de ver son tan puertorriqueños en virtud de haber nacido o cuanto menos haberse criado (pero no limitado a ello; recuérdese el caso de Tony Croatto) en el Territorio  Isleño''. 



Me despido con una cita de Terry Eagleton que aborda de cierta manera el tema que nos involucra, a saber, la inclusivida con la diferencia y la otredad:

''.. it is surely that a respect for cultural difference, while a sine qua non of any just society, can not be the telos of it, any more than some abstract equality can be: In contrast to the ethic of compassion, solidarity, loving kindness, mutual cooperation, this hymmning of difference as end in itself shows up one sided and impoverished. Differences cannot fully flourish while man and women languish under forms of exploitation; and to combat those forms effectively implicates ideas of humanity which are necessarily universal''.

(Fallacies; Post Modern Illussions, pg. 121).